Las mascotas...parte de nuestras vidas

No recuerdo que edad tenía, pero estaba en secundaria. Cierto día, llegó mi tía de paseo y en sus manos tenía un pihuicho, dijo que lo había encontrado en el camino.

A mí me encantan los animales, pero mi papá nunca quiso que tuviésemos uno, al menos nada de gatos ni perros. ¿Por qué? Su respuesta era: “ENSUCIAN!!!”

El pihuicho se convirtió en mi pataza jaja…¿por qué?, era mi cómplice, solo yo y mi mamá lo podíamos tener en la mano o en el hombro, cada vez que alguien me molestaba le decía: “Huicho, ATACAA!!” y él obedecía. Ah, olvidé mencionar, le pusimos de nombre “Huicho”. Era demasiado bullero, besucón y limpio, se bañaba como 10 o más veces al día. A veces llegando del cole, me iba a dormir, él iba conmigo, se quedaba a un extremo de la almohada, no ensuciaba y a las 5 pm, que era su hora de dormir, me jalaba el cabello con su pico y me despertaba. Teníamos que tener cuidado al caminar, porque andaba suelto paseándose por toda la sala. Mi pihuicho era lindo, lástima que un día se dejó de oír sus gritos, se fue, para nunca más regresar…Ese día fue fatal, lo tuve que enterrar…

Y Mota llegó…
Huicho aún existía cuando le regalaron a mi mamá una perrita de 2 meses, un cruce de pekinés con no se qué… ¿Con quién habrá tenido relaciones su madre?...

En casa, siempre quisimos tener un perrito, así que cuando llegó todas fuimos felices (mamá y mis 3 hermanas), mi papá ni enterado. Cuando se lo dijimos, puso el grito en el cielo, al final aceptó.

Mota siempre fue besucona, al igual que Huicho. Era enana, pero saltaba hasta la cara de las visitas y les estampaba un beso…agg!! Demasiado hiperactiva, corría de un extremo a otro, me cansaba jugando con ella, siempre le gustaron los peluches, los aventaba de un extremo a otro o sino pedía que alguna de nosotras le aviente el bendito peluche.

Pasaron los años, Mota tiene 12 años, el 14 de diciembre cumple 13, habrá tono, les invito..¿ya?. En casa la adoran, es un miembro más, por cierto, la más engreída. Ya no juega como antes, ya no corre, propio de su edad, solo duerme y come. Mota está un poquito mal, no diré de qué, pero lo importante es que se le ve llena de vida. Con ella hemos pasado un montón de cosas, buenas y malas. No quiero ni pensar que pasará el día de su partida…

Para concluir, los animales son seres vivos, al igual que nosotros los humanos, por ende SIENTEN, no son un juguete que se bota y ya, debemos ser responsables, cuidarlos, alimentarlos y darles mucho cariño, nunca se quejarán, pero eso no quiere decir que se deban cometer atrocidades con ellos.

P.D: Puedo escribir demasiado sobre ellos, pero traté de ser lo más breve.

Les dejo con una canción dedicada a un perrito :-)