Mariana estaba aburrida en casa. Ingresó a una página de chat, puesto que quería conversar con gente desconocida. Le empezó a hablar un patita, chatearon y se dio cuenta que no era de los clásicos mañosones que a las dos palabras que intercambiaste te dicen: “amiga, ¿me das tu correo?”, “para agregarte” o “¿cómo eres físicamente?”. Cuando me hacen la última pregunta respondo: “Tengo dos brazos, dos piernas, una cabeza y un ojo” xD
El patita parecía tranqui, Mariana le agarró confianza y empezaron a chatear por el msn. Cabe señalar, que él había puesto su mejor foto en el display del chat, se veía cuerazo, mismo actor de cine. Era el más botado, decía que todas las chicas se morían por él, pero no les hacía caso, porque quería una mujer de buenos sentimientos para formar una familia (¡Sí, claro!).
Se conocieron por voz, intercambiaron números de celular y fijos, se agregaron al facebook, allí ella pudo chequear más fotos de él. Y sí, el pata salía bien en todas (¿Photoshop?).
Cierto día, él le dijo que deseaba conocerla personalmente. Ella dudó, pero luego se animó, así que quedaron en verse en un lugar céntrico. Esa noche fue traumante, al menos para ella, porque nunca había conocido alguien por chat y luego verlo de frente era… uhmm, como que tenía miedo, que tal si era un ¿psicópata?. Se saludaron, conversaron hasta la amanecida, luego quedaron en verse otro día. Y así fue, salieron varias veces, el gusto estaba latente, pero no era lo mismo que por el chat, es decir, faltaba algo, esa magia e intriga que te da el imaginar a alguien.
La verdad es que, ella odió su voz, tenía ganas de ponerle un corcho, es que no paraba de hablar. Ah, y no era como aparecía en las fotos, o sea de hecho que le había ayudado el grande: Photoshop.
Se enviaban continuos mensajes al celular. Al poco tiempo, él le pidió que fuese su enamorada, ella no estaba convencida del todo y la hacía larga. Hasta que un día se decidió en decirle si, pero pesaron más los factores que rondaban en su cabezota, no diré cuales, así que al final quedaron sólo como amigos. Es que, el gusto se va si es que no lo alimentas. Pasaron los días, él le llamaba y quería salir, pero Mariana siempre ponía pretextos. Nunca más se vieron.
Luego de esta historia y otras más por las que tuvo que pasar, se dio cuenta de que los amores de chat no existen, si si, muchos dirán lo contrario, pero es su punto de vista. Las personas se ilusionan a través de una pantalla, las cosas que te dicen muchas veces no son reales, luego observas la realidad y todo es distinto.
P.D: Si les interesa leer un libro super chévere relacionado a este tema, les recomiendo Chubasco de Cielo Latini…¡me encantó!
Les dejo este video...